Señora:
Grf, indeed.
No sé qué tiene mi risotto ai funghi que le parece tan indignante, ya que estaba bastante bueno :-) (just joking).
Mire, me ha inquietado un poco que usted, mi ídolo, modelo de ecuanimidad y sensatez, me sugiera eso de ir a que me operen a las Euskadis. Porque echando cuentas, entre que consigo billete, voy, me echan un vistazo, y programan la operación, calculo que llegaríamos a finales de mayo (imagino que allí también hay listas de espera, ¿no? es que hace mucho tiempo que dejé el terruño, no sé cómo anda ahora la Seguridad Social), que es más o menos cuando mi cirujano de aquí habrá vuelto de vacaciones, seguido su tratamiento completo de spa y aguas termales y terminado su cursillo intensivo de golf, y estará al fin dispuesto a operarme. Vamos, que igual no adelanto gran cosa, y entretanto tengo que gastarme un pastón que no tengo en el billete y vivir con una madre angustiada, algo extremadamente nocivo para la salud. Por no hablar de que no estoy exactamente segura de que una vez que una se declara oficialmente residente en el extranjero, no tenga que vivir X tiempo en España para poder acceder de nuevo al sistema de salud pública (aquí al menos funciona así, por lo de evitar el turismo médico). En el fondo todo eso me da profunda pereza, señora.
Well. No se preocupe, que no mete la pata. Ni siquiera el tacón. No crea que no le agradezco el interés que se toma, siempre está bien que alguien inteligente le haga a una considerar otro punto de vista. Está claro que si en mayo aún no me han operado, la enfermera me cuenta que mi cirujano se ha ido a una convención de criadores de zarigüeyas y me encuentro un nuevo tumor en la frente, coño (como bien dice usted), entonces tendré que reconsiderar su idea. Entretanto, he decidido esperar. Es verdad que estoy un poco harta. Con HAR mayúscula y TA mayúscula. Y que cocino cada vez mejor. Y que engordo.
Lo de sus marcadores tumorales convencionalmente aburridos: Yuju. Mucho. (Perdone la sobriedad, es que soy vasca).
Ahora me voy a hacer un colacao (o un té chai, no estoy segura), que vengo de la biblio y soplaba una rasca brutal (12 bajo cero).
Apreciándola lo que se merece, un abrazo mollar (llena de risotto ando aún, no sé cómo voy a hacer para plegarme en yoga y no arrojar los funghi).
A.
Grf, indeed.
No sé qué tiene mi risotto ai funghi que le parece tan indignante, ya que estaba bastante bueno :-) (just joking).
Mire, me ha inquietado un poco que usted, mi ídolo, modelo de ecuanimidad y sensatez, me sugiera eso de ir a que me operen a las Euskadis. Porque echando cuentas, entre que consigo billete, voy, me echan un vistazo, y programan la operación, calculo que llegaríamos a finales de mayo (imagino que allí también hay listas de espera, ¿no? es que hace mucho tiempo que dejé el terruño, no sé cómo anda ahora la Seguridad Social), que es más o menos cuando mi cirujano de aquí habrá vuelto de vacaciones, seguido su tratamiento completo de spa y aguas termales y terminado su cursillo intensivo de golf, y estará al fin dispuesto a operarme. Vamos, que igual no adelanto gran cosa, y entretanto tengo que gastarme un pastón que no tengo en el billete y vivir con una madre angustiada, algo extremadamente nocivo para la salud. Por no hablar de que no estoy exactamente segura de que una vez que una se declara oficialmente residente en el extranjero, no tenga que vivir X tiempo en España para poder acceder de nuevo al sistema de salud pública (aquí al menos funciona así, por lo de evitar el turismo médico). En el fondo todo eso me da profunda pereza, señora.
Well. No se preocupe, que no mete la pata. Ni siquiera el tacón. No crea que no le agradezco el interés que se toma, siempre está bien que alguien inteligente le haga a una considerar otro punto de vista. Está claro que si en mayo aún no me han operado, la enfermera me cuenta que mi cirujano se ha ido a una convención de criadores de zarigüeyas y me encuentro un nuevo tumor en la frente, coño (como bien dice usted), entonces tendré que reconsiderar su idea. Entretanto, he decidido esperar. Es verdad que estoy un poco harta. Con HAR mayúscula y TA mayúscula. Y que cocino cada vez mejor. Y que engordo.
Lo de sus marcadores tumorales convencionalmente aburridos: Yuju. Mucho. (Perdone la sobriedad, es que soy vasca).
Ahora me voy a hacer un colacao (o un té chai, no estoy segura), que vengo de la biblio y soplaba una rasca brutal (12 bajo cero).
Apreciándola lo que se merece, un abrazo mollar (llena de risotto ando aún, no sé cómo voy a hacer para plegarme en yoga y no arrojar los funghi).
A.
JUA JUA JUA....MEJOR UN COLA-CAO NO???MUXUS
ResponderEliminarPues mire que yo no había desplegado mis deditos para decirlo pero eso de operarse en aquí lo había pensado yo también. Es que, digan lo que digan, la cosa de la sanidad pública funciona bastante bien.
ResponderEliminarPD.- por cierto, dado que "chai" quiere decir "té", ¿qué es un té-chai? ¿un té-té? ¿la madre de todos los tés? (pregunta hecha con puritita curiosidad y sin rastro ninguno de ironía ni nada parecido)
Bueno, y da gracias que no te hagan hacer una posturita de esas invertidas... ¡lo que me costó a mí mantener el porridge en su sitio el otro día! :-P ¡Besos!
ResponderEliminarJuerrrrrrrrrrrrr rrrr No tengo palabras.
ResponderEliminarAbrazo mollar... sip, moi aussi.
Un besuco.
En Euskadi no pero ¿y en Navarra en la clínica privada, que no queda tan lejos de la parentela? No sé cómo será, pero si es como en el Royal Marsden (privado, Londres), envías las pruebas de tu hospital actual y te dan un presupuesto y/o segunda opinión bastante rápido. Quién sabe, con echar una llamadita no se pierde tanto ¿no?
ResponderEliminarY perdón si me meto dónde no me llaman, es la costumbre. Como hasta el tipo que dirige el tráfico en mi estación de metro saca el tema del cáncer cuando me ve, opino hasta dormida :-(
¡Y yo que pensé que la sanidad española estaba mal!
ResponderEliminarLos médicos que conozco curran como leones, y si no hay sustituto para uno que se va de vacaciones es la m.... de la administración, que dedica la pasta a sabe Dios qué.
No sé si desearte paciencia. Hay veces que es mejor perderla y dejarse llevar por la intuición o los impulsos.
Muchos besos.
La idea que alguien ha sugerido más arriba sobre consultar con Navarra no pare mala idea... y tienen fama... bueno, yo de estas cosas no sé mucho...
ResponderEliminarNo sé bien que decir de pura impotencia y pura rabia que me da leer estas cosas.
Sólo que hagas lo que hagas, te envío mis mejores deseos y pensamientos para que todo se acelere.
Un enorme abrazo:
María (Bruselas)
Si te operas en Euskadi tendras que soportar que te visite y te lleve un montón de intentos-de- preparación-de-tus-recetas.
ResponderEliminarSinceramente, no sé si sería peor el remedio que la enfermedad... ;-)
Núria: bueno, un té chai también está muy rico. Pero las dos respuestas son correctas :-).
ResponderEliminarGin: sí, sé que la sanidad pública española es de muy buena calidad. La de Quebec tampoco es mala, lo que está chungo es el acceso. Una vez dentro, a uno lo tratan (y lo curan) muy bien. Pero por lo que leo en los periódicos, allí también hay listas de espera. Y puestas a esperar, prefiero hacerlo en mi casa. Con mi quebequés. Y mis gatos :-).
Efectivamente, "chai" quiere decir té, está usted muy bien informada. El nombre completo de este té en realidad es "chai masala", que quiere decir "té con masala", que es una combinación de especias muy portentosa, con anís estrellado, canela, jengibre, cardamomo, pimienta negra, clavo y alguna otra cosa que se me olvida. Si lo google, verá que lo puede hacer usted misma en casa, hay mucha receta por ahí.
Marona: ay, sí, ¡burps!. Besos de vuelta.
Dispersa: yo también ando sin palabras. Con un asqueo bastante considerable, eso sí :-).
Miércoles y María la belga: no sé qué impresión he dado en mi blog, pero soy pobre, afirmo. Mucho. Me temo que lo de pagar un hospital privado está "out of the question". Y soy tan chorrisociata que hasta creo en la salud pública. El único presupuesto que puedo permitirme pedir es el del Jules, y él no sabe nada de oncología. Pero como escayolista se defiende. Igual me haría un apaño... :-D
Esperanza: está claro que los médicos también necesitan vacaciones. Jode que le toque cuando es el turno de una, pero "that's life".
Inazio: oh, casi hasta me han dado ganas -momentáneas- de ir, sólo por recibir tus visitas y tus esfuerzos reposteros... :-). Pero luego he vuelto a la cordura, y me he acordado de las cantidades de comida demenciales que mi Santa Madre intentaría hacerme ingerir. Entre los dos acabaríais conmigo. Eutanasia alimenticia.
Arantza: espero que te llemen pronto, de verdad. Y quise decir que si un paciente se queda sin atención por unas vacaciones de su médico, es que algo funciona mal, y ese algo lleva traje y corbata y maneja dinero, no usa bata blanca.
ResponderEliminarQue te llamen ya y todo salga bien, de corazón.