A todos los que me leéis exclusivamente por los toquecillos de ironía o por mis recetas, hoy no estáis de suerte. Leed otra cosa, el periódico, abrid vuestra página de Facebook, abrid un libro, aprovechad para poneros al día con un capítulo de "Mad Men".
A los demás, guardaos el cinismo en el fondo del cajón del escritorio antes de leer esto, es una orden. A continuación, dadle al "Play" de este vídeo antes de continuar leyendo, es otra orden. Si no os gusta recibir órdenes, no sé qué diablos hacéis leyendo esto, leeros el Marca, o lo que sea. Si os parece que hoy me he puesto hortera y sentimental, me chupa un pie y los ganglios linfáticos que me quedan.
Diez razones para el júbilo inmediato hoy, lunes, un soleado 9 de mayo en Montreal:
1. Al fin es primavera en Quebec, maldita sea. Es oficial, el lilo del parterre está brotando hojas (y atisbos de flores) como loco. En general, todos los arces de mi calle andan expeliendo verde como locos.
2. Doña Marmota ha vuelto. No sé cómo lo ha hecho, pero ha conseguido excavarse otra madriguera a pesar de que los obreros que cambiaron la escalera de casa rellenaron la anterior con cemento. Teniendo en cuenta de que eso quiere decir que la mitad del parterre va a estar hueca dentro de poco, llena de galerías subterráneas, se supone que en mi calidad de copropietaria de la barraca montrealesa debería preocuparme. Pero cuando he visto la boca del túnel abierta casi en el mismo sitio de siempre, como cada primavera, he sonreído. Y ni siquiera sigo consumiendo morfina.
3. Hace un sol glorioso que permite tomar un té y leer el capítulo de novela correspondiente sentada en el balancín del patio junto a Alfonso.
4. Mis galletas de avena y cranberries (receta dentro de poco en sus pantallas, en el Sirope). Acompañan estupendamente al sol, la novela, el balancín, el té y a Alfonso.
5. Bach. Acompaña maravillosamente casi todo en esta vida, incluyendo este post y lo ya mencionado.
6. Los brotecillos de mis semilleros. Pese a que Julieta se sienta abundantemente encima, estas plantitas parecen llenas de determinación para mantenerse vivas. Me recuerdan a alguien. Bueno, me recuerdan a bastante gente que conozco.
7. Monsieur M. y su habilidad para levantarse, duchar y desplazar su nórdico corpachón, desayunar y salir , todo ello sin hacer ningún ruido, y permitirme así seguir aplicando mi tratamiento preferido, según la señora Hernández: la marmoterapia.
8. Las novelas cutres y entretenidísimas de Charlaine Harris, excelentes en el balancín... ya sabéis.
9. El último retoño de la inmensa camada de niños de mi vecina, que a pesar de tener un patio trasero e incontables hermanos y hermanas con los que jugar, se pasa la vida en el porche delantero, mirando fascinado mis idas y venidas del súper, del hospital, con un par de inmensos ojos color chocolate y un dedo en la boca. Y que se niega furiosamente a saludarme cuando agito la mano. Su madre lo reprende cuando anda cerca, pero a mí esa pertinacia hace que el enano me caiga fenomenal.
10. Ya puedo levantar el brazo derecho a 180 grados, prácticamente sin dolor (apenas una tirantez molesta, y un resto de esa cuerda que da bastante grima). Me ha costado mis tirones, e innumerables repeticiones de ejercicios y rechinar de dientes, pero ha funcionado.
Mañana veo a Mentsch Surgeon y me cuenta lo que me espera (quimio sí, quimio no, etc., etc.). No sé si en mi caso es realmente una razón para el júbilo, pero en el suyo probablemente sí. Le llevo galletas.
Fantástico post... y, o yo también estoy megasentimental (por aquí ya hace algunos días que luce un maravilloso sol, y mira que ha sido un invierno oscuro y grisáceo), o me he emocionado un poco.
ResponderEliminarGrande Bach!
Suerte y ánimo...
María (Bruselas)
Bien por ti, me parece fenomenal que disfrutes del sol de niño de los vecinos, de las galletas, del balancín. Me alegro un montón de tus avances y ya verás como dentro de nada te dan estupendas noticias. Sigue así. Besos desde madrid.
ResponderEliminarUn Besuco.
ResponderEliminarOido cocina! Ordenes cumplidas.
ResponderEliminarMe alegro un huevo(que no tengo) del tránsito de cuerda de violín a músculo practicable.
Espero con ansia tus noticias mañana.
Molts petonets,
Alba
¡Viva, qué vivan las buenas noticias!
ResponderEliminarAquí también ha llegado la primavera y las tortugas buscan como locas el sol.
Besos