- "[...] Since you've been such an inspiration for people around... Wow, man! You just ran into a big pile of dogshit!"
- "It happens."
- "What? Shit?"
- "Sometimes."
("Forrest Gump")

viernes, 1 de abril de 2011

Banderilleros y picadores

La doctora Anastasia, la médica que va a encargarse de mi biopsia, tiene un apellido ruso, es una cuadragenaria con el pelo de un rubio ceniza -natural-, los ojos de un azul pálido y gélido como un glaciar y un ancho de hombros de campeona de natación. Me muestra la aguja con la que me va a hacer la biopsia de los nuevos bultos que me encontró  Mentsch Surgeon (el alias yiddish de Cirujano Humano) la semana pasada. Mentsch Surgeon quiere saber antes de operarme la semana próxima (sí, sí, ya os dije que esto rula) si mi tumor inicial ha tenido tiempo de tener hijitos, porque ya puestos a jugar en mi pobre pecho maltrecho, aprovecharía para darle una buena batida. La doctora Anastasia tiene exactamente el aspecto que tendría la actriz que yo eligiría para interpretar a un oficial médico supervisor de torturas de la KGB, y la aguja que esgrime es del tamaño y del aspecto de una Black & Decker. Me da un ligero vahído y decido que va a ser mejor no mirar mientras me hagan la autopsia. Digo la biopsia.

Tras la anestesia local, empiezo a pensar que mi pecho dentro de poco va a empezar a tener el aspecto de esos alfileteros chinos de trapo en forma de tomate. La doctora Anastasia se aplica al trabajo, gruñendo y quejándose de lo denso del tejido (no, de verdad, esta gente va a acabar desanimándome de ir al gimnasio), de lo móviles que son los bultos, y juega a "¿Dónde está Wally?" con su aguja descomunal. A juzgar por lo que estoy notando con la anestesia, pienso que los pobres que tengan que pasar por una biopsia de un testículo tienen que ver constelaciones enteras de estrellas.

Doctora Anastasia, brusca: -"No se mueva."
Paciente Impaciente: -"No puedo, me tiene ensartada como a un pincho moruno."
Estocada. Presión.
Paciente Impaciente: -"Ouch. Me recuerda usted a los banderilleros de las corridas de toros de mi país natal."
Pinchazo. Empujón. Dolor agudo.
-"¡Auh! No, no a los banderilleros. Más bien a los picadores."
Más presión. Más pinchazo. Sensación de pinzamiento cuando recoge la muestra de tejido.
-"Y empiezo a sentir bastante simpatía por el toro."
Doctora Anastasia sentencia, concentrada en la pantalla del ecógrafo: -"Es una costumbre bárbara y primitiva." Mueve la aguja con brusquedad. Presión. Pinchazo.
Paciente Impaciente: -"Ayy. Ya lo creo. Mis sentimientos antitaurinos aumentan por momentos. A simple vista, ¿qué pinta tienen los bultos nuevos?"
Doctora Anastasia, parca: -"Si estos bultos son cancerosos, me lameré mi sombrero."
Paciente Impaciente: -"Creía que la expresión inglesa era "me comeré mi sombrero".
Doctora Anastasia, impasible: -"Lo es. Pero estoy bastante segura, y no tengo hambre."
Paciente Impaciente: -"Ni siquiera lleva sombrero."
Doctora Anastasia: -"Entonces lameré el tuyo."
Paciente Impaciente: -"Le tomo la palabra. ¡Aoh!"
Empujón. Pellizco.

Como soy una persona a la que le salen moratones fácilmente, por supuesto que empiezo a sangrar y un hematoma enorme empieza a formarse. La doctora Anastasia pide a una enfermera que le eche un cable, o dentro de poco no verá nada. La simpática enfermera de oncología que me ha acogido en la recepción me planta las dos manos en el pecho, una encima de otra, y apoya cargando todo su peso. Me siento exactamente como si una mula me hubiera coceado la teta. Y esta mujer encantadora viniera a presionar en el punto preciso en el que hubiera recibido la coz.
Paciente Impaciente: -"¡OUCH!"
Enfermera Simpaticona: -"Sorry, sweetie. Tengo que apretar para que dejes de sangrar."
Paciente Impaciente: -"Jrrumpf. Si no fuera usted tan simpaticona, ahora mismo le atizaría un puñetazo."
Enfermera Simpaticona suelta una risilla. -"¿Cómo te sientes, honey bee? Te puedo tutear, ¿verdad?"
Paciente Impaciente: -"Tienes las dos manos plantadas en mi teta derecha. Creo que hemos llegado a la fase del tuteo. Me siento como si una mula me hubiera coceado el pecho, y luego hubieras llegado tú con un martillo para terminar el trabajo."

Cuando termina la sesión de tortura y estoy sentada en la camilla terminando de ponerme el jersey, Enfermera Simpaticona me frota la espalda cariñosamente, probablemente con ánimo de reconfortarme. Le agradezco el gesto humano en un medio que a menudo es bastante impersonal, pero las muestras de afecto físico por parte de desconocidos suelen incomodarme más que reconfortarme. Enfermera Simpaticona no se ha dado cuenta, y abre los brazos y me abraza en un gesto maternal. Parpadeo y me pongo rígida. -"Ah. No eres del estilo mimoso,¿eh, cutie pie? ", me dice, sonriente. -"Uhm. No mucho. Pero sobre todo es que me estás aplastando el pecho." Se separa rápidamente, disculpándose con profusión.

*********

A la salida del hospital, en medio de una nubecilla de euforia debida en parte a que al fin se terminó este día  de merde y en parte a los calmantes que me ha regalado Enfermera Simpaticona, camino hacia el metro contenta del sol radiante y contesto a una llamada de mi amiga Ed:
Ed: -"¿Qué tal te ha ido?"
Yo: -"Aparte de que ahora sé cómo se siente una aceituna en un martini, bien."
Ed: -"Qué comparación más cosmopolita."
Yo: -"Ya lo creo. Ahora voy a comprarme una bandeja enorme de sanísimo sushi, un paquete de guarrísimos M&M's rellenos de mantequilla de cacahuete y me voy a casa a ver la peli más tonta que encuentre con el pecho metido en un tazón con hielo."
Ed: -"Pecho on the rocks. ¿Con aceituna?"
Yo: -"Ja. Tetini." Resoplo. -"La teta me duele como si me hubieran bailado un zapateado encima,  y está como al doble de su tamaño normal. En otras circunstancias igual hasta me hubiera hecho ilusión, pero así, en asimétrico, sin que la izquierda haga juego, como que no es lo mismo."
Ed: -"Ánimo, Aran. Tú tienes muchos cojones", dice, con su encantador acento mexicano.
Yo: -"No creas. Y menos mal, porque con mi suerte legendaria si los tuviera probablemente tendría un cáncer testicular."  

13 comentarios:

  1. Aysssssss! Que (malos) recuerdos me trae tu entrada de hoy. Menos mal que a mi me tocó un biopsiador (curiosamente varón) que fue extremadamente delicado con mi teta... y así todo joer lo que duele.
    Espero que se te pase pronto, y enhorabuena por tu pronta operación... que salga todo bien.
    Un besuco.

    ResponderEliminar
  2. Que vaya todo bien en la operación. Mucha suerte.

    ResponderEliminar
  3. Buff. hasta me duele a mi....ánimos guapetona seguro que todo va fenomenal.
    besos

    ResponderEliminar
  4. joders, joders, joders!!!
    también podrías ponerte un jersei ajustadillo y que tu impasible marido te haga unas cuantas fotos para la posteridad ;-) (si te molesta la broma, me lo dices)
    petonets,
    Alba

    ResponderEliminar
  5. Uyyy qué dolor!!! todo sea por una buena causa. Que yo sepa si los bultillos se mueven es muy buena señal. Suerte guapa.

    ResponderEliminar
  6. la semana proxima...pues si pudiera yo te daría un abrazo olvidandome de tu teta y de que somos "desconocidas" ;D

    Besazo!

    Maite

    ResponderEliminar
  7. Espero que la semana que viene se te pase volando. Abrazos virtuales... que esos no machacan las tetas. ;-D

    ResponderEliminar
  8. Ánimo. Hablamos cuando quieras.Sólo aclarar un detalle que quizá lleve a confusión: el tamaño de los atributos, como bien sabes, es independiente de la mala suerte que uno tenga en estos temas. ;)

    ResponderEliminar
  9. Muchísima suerte y que al fin te veas libre de todos esos bultos más que molestos.
    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  10. Hola mona, sí soy la Carmen que conociste en Mtl.
    Ojalá que todo vaya bien y que pronto te tengamos de nuevo escribiendo sobre el Quebec... me trae todo tan buenos recuerdos. Lo dicho, un beso enorrrrrrme.

    ResponderEliminar
  11. ouch ouch ouch !!! joder si hasta me ha dolido leerlo... la verdad, lo de la aceituna en el martini es impagable ;) Yo sigo insistiendo: escribe un libro.

    ResponderEliminar
  12. Por si no entro en unos cuantos dias (o semanas), que será lo mas normal: te deseo lo mejor de lo mejor.
    Estoy de acuerdo con tu amiga mejicana.
    Besinos

    ResponderEliminar